Las proteínas se clasifican en función de los aminoácidos que las componen, considerándose completas cuando contienen ocho de los aminoácidos considerados esenciales, e incompletas simplemente cuando no los contienen, encontrándose en la mayoría de los alimentos pero en distintas proporciones y calidades.
La mayor cantidad de proteínas completas se encuentra principalmente en los alimentos de origen animal como: carnes de res, aves y pescados, así como en sus productos derivados, huevos y lácteos, ya que éstos subproductos de origen animal también contienen los ocho aminoácidos esenciales, diferenciándose en su nivel graso como aspecto muy importante desde el punto de vista nutricional saludable.
Por lo tanto muchas de estas fuentes proteicas pueden tener un menor contenido graso, como es el caso de la leche desnatada de vaca, con un 2 por ciento menos de grasa que la leche de cabra (sin embargo su tipo de grasa es más saludable que la leche de vaca) y los huevos de gallina.
Los alimentos con proteínas completas de otras fuentes que no sean animales son raros, pero su combinación permite completar la calidad proteica reuniendo así los ocho aminoácidos esenciales, combinación que los vegetarianos y veganos deben realizar para obtener una dieta equilibrada.
Los mejores alimentos vegetales que contienen la proteína completa son el tempeh, la soja tostada, el tofu (queso de soja) y la quinua, así como ciertas algas combinadas.
Entre los mejores alimentos de proteína incompleta pero con mayor cantidad de aminoácidos esenciales se incluyen; elseitán (alimento básico en la India y considerado como la carne vegetal), lentejas y el frijol negro.
El cuerpo necesita para obtener la cantidad suficiente proteínas, un rango de 0,8 a 1,7 g por kilogramo de peso corporal, dependiendo del nivel de actividad, ya que las personas más activas requieren de una mayor cantidad de proteínas de calidad.