El fucus es rica en vitaminas (A, B, C y E, incluso en B12), además de contener yodo, potasio, bromo, hierro y fosforo.
La composición de esta alga hace que sea un alimento altamente nutritivo, remineralizante, depurante y laxante suave. Su contenido en oligoelementos y vitaminas hace que sea un complemento nutricional en las dietas de adelgazamiento, pues ayuda a cubrir las necesidades que presenta nuestro organismo. Sin olvidar que produce en el organismo un efecto saciante, puesto que puede absorber el agua hasta seis veces su peso, al hacerlo dentro del estomago se produce esa sensación de saciedad que conduce a ingerir menos alimentos de los habituales.
El aporte en fibras naturales del alga fucus, consecuencia de su contenido en muciélago, aliviaran los síntomas de estreñimiento que producen las dietas.
Su capacidad de absorber los líquidos se extiende a el jugo gástrico que producimos al hacer la digestión, por lo que disminuye la acidez, y es beneficiosa en caso de gastritis, reflujos, hernias de hiato, y otras causas de exceso de acidez.
Su contenido en yodo del alga fucus le permite ser utilizado como estimulante de la glándula del tiroides, puesto que es imprescindible para que se produzca la tiroxina, hormona que permite la quema de los nutrientes y que activa el metabolismo.
Es por tanto efectivo para problemas de bocio, o como complemento a los tratamientos de hipotiroidismo, aunque no siempre está indicado para personas que llevan un tratamiento farmacológico regulador de las hormonas tiroideas, o en casos de ansiedad, insomnio, taquicardias, u otros problemas cardiovasculares como la hipertensión.
El modo que podemos ingerir el fucus es fresca, como una verdura más, en infusión, cociendo el alga seca en agua, y tomado el liquido obtenido varias veces al día, o, en polvo, en cuyo caso se ingiere en capsulas.
Por otro lado se puede aplicar externamente, porque tiene un efecto emoliante, por lo que es efectivo en el tratamiento de la celulitis, estrías, flacidez y arrugas de las piel. En estos casos se aplicarán compresas con el caldo de cocción del alga sobre las zonas afectadas, utilizando el alga a modo de cataplasma, también sobre la piel.