Los estados gripales son aquellos causados por el virus de la gripe. Esta enfermedad vírica puede estar causada por tres grupos distintos de virus y se suele contraer en épocas otoñales e hibernales dada la facilidad que tienen los virus por sobrevivir en temperaturas bajas.
Los niños son un grupo de riesgo frente a la enfermedad gripal ya que su sistema inmunológico o de defensas está en proceso de maduración y es débil en comparación con el sistema inmune de un adulto.
Cuando un niño contrae la gripe el primer síntoma mediante el cual ésta se expresa es la fiebre, una fiebre alta que suele llegar a los 39 grados acompañada de un malestar general que lleva a la postración. En este momento el pediatra indicará que fármaco antipirético (para disminuir la fiebre) se debe emplear y si no existe ninguna complicación la gripe no suele durar más de 15 días.
Aún así, los estados gripales en niños deben tenerse muy en cuenta ya que puede llevar a una neumonía bacteriana o vírica (siendo esta última una enfermedad grave y de difícil tratamiento).
Afortunadamente, para prevenir los estados gripales, son muchas las acciones que se pueden llevar a cabo: