Una dieta hipocalórica es aquella en la que se reducen las calorías diarias por debajo de 2000 (en mujeres) o 2500 (en hombres). Este tipo de dieta es la que se suele utilizar para perder peso ya que busca un balance energético negativo, es decir, que se quemen más calorías de las que se ingieren y en consecuencia se pierda peso.
En toda dieta hay unas pautas básicas que se hacen aún más importantes en una dieta hipocalórica: el desayuno debe ser la comida más importante del día ya que nos debe proveer de energía durante toda la jornada y la cena debe ser lo más ligera posible ya que la energía que proviene de la última comida del día no se quema, sino que se almacena. Por tanto, si cenamos de modo incorrecto es probable que no podamos perder peso y que incluso engordemos a pesar de seguir la dieta en el resto de comidas.
No obstante, es común que muchas personas sientan un aumento del apetito en las últimas horas del día. Para saciar este apetito y hacerlo de manera equilibrada y en el margen de una dieta hipocalórica es necesario saber qué cenar. Los siguientes ejemplos son idóneos:
Estos ejemplos de cena son perfectamente compatibles con una dieta hipocalórica ya que tienen un bajo contenido en hidratos de carbono de absorción lenta pero la fruta nos ofrece azúcares rápidos y gran cantidad de vitaminas y minerales, además la verdura contiene fibra y ayuda a calmar el apetito.