La soja (Glycine Max) es una especie vegetal con una interesante composición nutricional que es la responsable de los beneficios de la leche de soja, mayormente conformada por aceite y un altísimo contenido en proteína.
Su contenido de hierro, mayor que en la leche de vaca, hace que la leche de Soja sea útil en la prevención o tratamiento dietético de la anemia ferropénica (falta de hierro en sangre).
Al contar con una gran cantidad de proteína, la soja o cualquier derivado de ésta es una excelente alternativa o complementación a las proteínas de origen animal y además cuenta con un menor contenido en grasas y un nulo contenido en colesterol.
Esta bebida es también la mejor opción para las dietas estrictamente vegetarianas o las ovo-lacto-vegetarianas ya que ofrece proteínas de una calidad igual o incluso mayor a la de la carne o el huevo.
Uno de los principales beneficios de la leche de soja es que se puede utilizar como sustituto de la leche de vaca y no contiene lactosa. La lactosa en muchas ocasiones, además de producir intolerancia, es difícil de digerir y puede ocasionar dispepsia (digestión pesada, molesta). Con el paso de los años cuesta más digerir correctamente la lactosa por lo que puede ser muy útil iniciar el consumo de la leche de soja antes de llegar a la tercera edad.
Durante la menopausia también es útil la soja ya que la soja contiene unas sustancias que “imitan” a las hormonas femeninas y de este modo el organismo no experimenta todos los síntomas negativos que son consecuencia de ese estado, tales como los sofocos o la descalcificación ósea.
Son muchos los beneficios de la leche de soja y para obtenerlos es suficiente con incluirla en nuestra dieta a pesar de que podamos seguir tomando leche de vaca y sus derivados.