La molécula de azúcar representa la forma más simple de carbohidrato y es absorbida por el torrente sanguíneo convirtiéndose en glucosa que actúa como combustible para que el cuerpo lleve a cabo sus funciones correctamente, pudiendo almacenarse para su posterior uso. El azúcar se encuentra naturalmente en muchos alimentos, pero puede añadirse en forma refinada a los alimentos para mejorar su sabor, situación que puede llevar a su consumo en exceso y esto a un desequilibrio metabólico.
Los alimentos ricos en azúcares naturales tienden a ser los más saludables, ya que en su forma de hidratos de carbono complejos conocidos como almidones, brindan energía por más tiempo al ser asimilados lentamente por el organismo, a diferencia de los hidratos de carbono simple (azúcar blanco) que brindan energía momentánea para luego generar un efecto contrario cuando son quemados.
El azúcar en la sangre cuando excede las necesidades inmediatas y su capacidad de almacenamiento en el cuerpo, se convierte en grasa, por lo tanto si se sigue adicionando a los alimentos se traducirá en calorías extra que podrían contribuir al aumento de peso de la grasa corporal en exceso, por ello debemos elegir alimentos que la contengan en su estado natural y así evitar este añadido perjudicial.
Las frutas contienen azúcares naturales (sacarosa y fructosa) representando opciones más saludables que los alimentos con azúcares añadidos, ya que también le ofrece nutrientes esenciales como el potasio, vitamina C y ácido fólico, por lo tanto optar por frutas enteras sobre snacks y zumos de frutas artificiales, reducirá calorías.
La leche contiene un azúcar simple natural conocido como lactosa, pero además ofrece calcio, proteínas, minerales y vitaminas, siempre y cuando no contenga azúcares añadidos y sea baja en grasas.
Otros alimentos ricos en azucares naturales son verduras como; las zanahorias, remolachas y patatas dulces, que brindan un mayor valor nutritivo comparados con los alimentos que contienen azúcares agregados.