Los anacardos tienen forma arriñonada y son las semillas adheridas a la parte inferior del fruto del árbol de anacardo, originario del Brasil, principalmente de las costas norteñas y que también suelen llamarse “Castañas de Cajú”, su riqueza en ácidos grasos insaturados o saludables, le brinda entre sus muchas propiedades medicinales las asociadas al fortalecimiento de la salud cardiaca y cerebral.
Los anacardos poseen un menor contenido graso a diferencia del resto de los frutos secos, por lo cual son muy importantes como fuente nutricional en las dietas destinadas a la perdida de peso, pero los más importante es que las grasas del anacardo son muy saludables al ser del tipo insaturado, principalmente son muy ricos en ácido oleico o grasa mono insaturada que es el mismo tipo que posee el aceite de oliva y como bien sabemos este aceite es considerado una verdadera panacea para la salud, principalmente la cardiaca.
Un gran batería de estudios ha demostrado que el ácido oleico del anacardo promueve la buena salud cardiovascular, inclusive en personas diabéticas, las cuales se benefician además de la reducción de los triglicéridos gracias a la acción de este tipo de grasa mono insaturada saludable, ya que las dietas diabéticas deben ser muy reducidas en grasas para proteger la salud del corazón.
Una investigación publicada en el British Journal of Nutrition identificó que el contenido de antioxidantes en las nueces comparadas con otros alimentos vegetales es mucho mayor y le atribuirían estos efectos cardio protectores.
El calcio y el magnesio se encuentran en importante concentración en los anacardos y ambos son necesarios para el fortalecimiento óseo, ya que uno se equilibra con la acción del otro.
Como dato nutricional alrededor de dos tercios de magnesio en el cuerpo humano se encuentra en los huesos.
El magnesio y el calcio en equilibrio como se presentan en los anacardos, ayudan además a regular los nervios y el tono muscular, ya que muchas células nerviosas requieren del magnesio para controlar el calcio, ya que éste puede alterar su funcionamiento, si se encuentra en exceso.