Hasta cierto punto sí. Envejecer es un proceso biológico que no se puede remediar de ningún modo, lo que sí tiene prevención es el envejecimiento prematuro. El envejecimiento prematuro puede ser causado por múltiples factores, entre ellos la exposición solar (sobre todo si no se aplica la protección necesaria) o bien la adicción a ciertas drogas como el tabaco, pero un factor de máxima importancia para desarrollar envejecimiento prematuro de la piel es el efecto de los radicales libres. Afortunadamente estos efectos nocivos pueden prevenirse con una alimentación adecuada.
Los radicales libres son partículas que se generan de la normal fisiología del organismo, es decir, su emisión es inevitable y además necesaria, ya que por ejemplo, sintetizamos los radicales libres al respirar.
El motivo por el que los radicales libres contribuyen a desarrollar un envejecimiento prematuro es que son partículas muy inestables que al intentarse estabilizar dañan las principales estructuras de nuestro organismo (carbohidratos, proteínas, grasas, ácidos nucleicos...) y entonces dañan nuestras células haciendo que envejezcan de forma prematura.
Los antioxidantes son partículas que podemos encontrar en nuestra alimentación y que tienen la capacidad de interaccionar con los radicales libres, neutralizándolos e impidiendo que dañen nuestras células.
En las frutas encontramos un aliado para combatir el envejecimiento debido a que algunas de ellas tienen un alto contenido en antioxidantes. Entre ellas podemos destacar las siguientes: la ciruela pasa y fresca, los arándanos, el mango, la naranja, la piña o la manzana. Estas frutas tienen un alto contenido en antioxidantes, pero en general la mayoría de frutas contiene este tipo de sustancias.
Es recomendable tomar cinco piezas de fruta al día aunque también podemos escoger zumos ricos en antioxidantes.