Durante el ejercicio físico aeróbico el cuerpo entra en un estado de hipertermia (aumenta su temperatura) y para contrarrestar este aumento empezamos a sudar. El sudor durante el ejercicio es un mecanismo de defensa que nos permite no alcanzar temperaturas corporales que pudieran resultar nocivas.
La hidratación es indispensable antes y después, pero con el sudor no solo se pierde agua, también se pierden minerales imprescindibles para nuestro equilibrio y nuestras funciones básicas (tales como la contracción muscular o la respiración), esto se acentúa a medida que el ejercicio físico requiere más esfuerzo.
Al finalizar el ejercicio el agua puede suplir la falta de hidratación sufrida durante el ejercicio, y parte de la falta de minerales, pero en ningún momento es capaz de devolver el equilibro a nuestro cuerpo. Aquí es donde la banana ayuda a los deportistas a recuperar esos minerales y parte de la energía perdida.
Durante el ejercicio físico uno de los minerales más importantes que se pierden a través del sudor es el potasio, el principal mineral que aporta la banana. El potasio se encarga del equilibrio del PH del cuerpo, ayuda a mantener el ritmo cardíaco adecuado y participa en la transmisión de los impulsos nerviosos. Una deficiencia de potasio podría llevarnos desde un cuadro de debilidad muscular hasta alteraciones en nuestro ritmo cardíaco.
El potasio está presente en diversos alimentos, pero el más recomendado para tomar después del gimnasio o ejercicio físico intenso es el plátano, dado que también dota al cuerpo de glucosa, un nutriente del que apenas quedan reservas tras ejercitar nuestro cuerpo.