Primeros alimentos de una Dieta Vegetariana para Bebés
Alimentos de una Dieta vegetariana y saludable para los Bebés después de los seis meses.
Un bebé comienza su alimentación solida después de los primeros seis meses de vida según lo recomendado como saludable por la medicina pediátrica, periodo en el que comienza su transición de la leche materna a los alimentos solidos, cuya textura o solidez se irá incrementando de forma gradual y progresiva, para adaptar su sistema digestivo lentamente y de esa forma no perjudicarlo a futuro.
Por lo tanto los primeros seis meses el bebé solo debe consumir exclusivamente leche materna o fórmula fortificada con hierro en casos especiales, pero después de eso comienza la incorporación de una variedad de alimentos sólidos cuidadosamente elegidos por un especialista, para que le proporcionen los nutrientes que necesita su desarrollo orgánico.
Los bebés vegetarianos deben cubrir sus necesidades de hierro de forma prioritaria al no consumir carnes, ya que éstas son las mas ricas en este mineral, por ello la elección de cereales fortificados con hierro para lactantes, puede proporcionar a los bebés las cantidades de hierro extra, a partir del desayuno, pero también los lácteos, los huevos y las legumbres le ofrecen este preciado mineral indispensable a una dieta vegetariana, para el buen desarrollo del bebé.
Los huevos son uno de los alimentos más importantes en la nutrición general, por su riqueza proteica y en vitamina B 12, pero en el caso del bebé debe incorporase bajo supervisión estricta en un principio, así se evaluará si no es alérgico, suministrándole primero solo la yema o la clara, según lo determine el especialista.
La Asociación Americana de Pediatría recomienda controlar la dieta del bebé vegetariano, asegurándose que contenga un buen balance de aminoácidos esenciales, que se obtendrá a partir de la combinación de cereales o granos, como arroz integral, cebada, trigo, quínoa, etc., con leguminosas, para obtener la proteína completa. Así como la incorporación de Tofú o también conocido como “queso de soja”, es muy importante en la nutrición infantil, según lo ha demostrado por miles de años en oriente, debido a su gran riqueza proteica, mineral y probiotica.
