Son diversos los suplementos deportivos a los que pueden optar las personas que practican ejercicio físico con regularidad. Pero no todos estos suplementos son iguales, ni están indicados en los mismos casos ni para los mismos períodos.
Veamos qué sucede durante el entrenamiento para después comprender que complementos podemos necesitar. Un correcto entrenamiento comprende diversas fases: estiramientos, calentamiento inicial, período de intensidad y recuperación.
El desgaste que sufre el organismo se acentúa durante el período de máxima intensidad ya que el cuerpo gasta gran cantidad de energía y obtiene esta energía de la glucosa almacenada. Si el tiempo de entrenamiento supera los 30 minutos, a partir de los 35 minutos aproximadamente, se dejará de quemar glucosa y el organismo empezará a quemar grasas.
Aún así, las grasas no constituyen el mejor combustible para el organismo y si bien su combustión es saludable y permite perder peso no es la más adecuada para deportes intensos y aeróbicos tales como el running, el fútbol o el baloncesto, por lo tanto, la prioridad en los entrenamientos de este tipo de ejercicio físico será conservar unos niveles mínimos y necesarios de glucosa ya que ésta es indispensable para el correcto funcionamiento muscular.
Durante el ejercicio físico otro riesgo importante es la deshidratación pues con el sudor no únicamente se pierde agua sino también electrólitos (sodio, calcio, potasio) y éstos son indispensables para un correcto funcionamiento del organismo e imprescindibles para un buen trabajo muscular.
Para poder prevenir ambos problemas podemos tomar diversos suplementos deportivos antes de realizar el ejercicio físico tales como glucosa (líquidos o tabletas masticables) y bebidas isotónicas antes, durante y después del ejercicio. Estas bebidas contienen todos los minerales necesarios para reponer las pérdidas debidas a la transpiración y constituyen uno de los mejores métodos para prevenir la deshidratación.