La energía obtenida de los pimientos rojos a través de la alimentación estimula la funcionalidad orgánica, pero además contribuye a la salud de la piel, fortalece el sistema inmunológico y beneficia al sistema nervioso, un conjunto de beneficios saludables que hacen de este fruto un verdadero apoyo vital.
El pimiento rojo contiene sólo 51 calorías por unidad mediana, lo que representa sólo el 3 por ciento de la ingesta calórica diaria para una dieta de 1500 calorías o un 2,5 por ciento para una persona sigue una dieta de 2000 calorías. La mayor parte de las calorías contenidas en el pimiento rojo proviene de sus azúcares, que se presentan en forma de fructosa y glucosa.
El consumo de pimiento rojo proporciona varios minerales esenciales tales como; manganeso, selenio, zinc, cobre, magnesio, fósforo, hierro y calcio, así como 346 mg de potasio que es aproximadamente el 7 por ciento de la ingesta diaria recomendada, según el Instituto Linus Pauling y este mineral ayuda a mantener la salud de los nervios y funcionamiento de los músculos, mejorando la utilización energética.
El contenido vitamínico del pimiento rojo cuenta con nutrientes esenciales, tales como las vitaminas E, K, B-9, B-2, B-3, B-5 y B-6, además de grandes cantidades de dos vitaminas muy importantes que son la vitamina C (209,4 mg) y la vitamina A, de ésta última contiene nada menos que 5.125 unidades internacionales, teniendo como parámetro que las necesidades diarias recomendadas oscilan entre las 2.333 y 3.000 UI respectivamente, según los organismos internacionales de salud.
Toda esta combinación de nutrientes hace de los pimientos rojos verdaderos potenciadores de la producción energética, actuando puntualmente sobre el sistema nervioso, muscular y defensivo del organismo, en este último caso su riqueza en vitaminas C y A, son las responsables de elevar las defensas orgánicas que permitirán hacer frente a las agresiones de bacterias, gérmenes y virus, con mayor efectividad, por lo cual se recomienda su consumo particularmente en las épocas de cambios estacionales.