Cuando alcanzamos la llamada tercera edad el natural deterioro celular es inevitable, pero sí controlable, ya que puede no ser abrupto como sucede con el envejeciendo prematuro, algo muy común en la época que nos toca vivir, debido al estrés de la vida moderna, contaminación ambiental y otros factores que se suman para potenciar este avance rápido hacia la vejez, sin embargo debemos saber que la nutrición juega un rol fundamental para aminorar el proceso y lo mas importante evitar o retrasar las enfermedades relacionadas.
Los consejos nutricionales mas importantes para esta etapa de la vida, se basan en comprender que la ingesta debe reducirse, para reducir el trabajo orgánico y no sobrecargar la funcionalidad de los órganos que en este momento de la vida requieren un mayor descanso, recomendándose una ingesta promedio de 1800 a 2000 calorías diarias, dependiendo de la contextura física, el genero y la actividad, por ello requiere de una evaluación profesional.
Calcio: este mineral es esencial para un conjunto de funciones orgánicas que van mas allá de favorecer la estructura ósea que es el que todos conocemos, sino que además interviene en el control de la acidez orgánica, situación que en exceso da paso al desarrollo de enfermedades, así como también sus efectos favorecen la regulación de los latidos cardiacos y mucho más, por ello conforma una parte fundamental en la dieta de la tercera edad.
Las fuentes mas adecuadas son los lácteos, pero descremados para cuidar el incremento del colesterol y las calorías, la avena, las semillas de sésamo, etc.
Vitamina D: los últimos estudios sobre adultos mayores han demostrado que una deficiencia de esta vitamina esta presente en las enfermedades mas graves, por ello no debe faltar en la dieta, siendo sus fuentes naturales además del sol, los pescados, los huevos (sin yema) y los cereales fortificados, así como también los lácteos fortificados.
Aceite de oliva: el consumo de este aceite saludable ha demostrado favorecer la salud cardiaca y cerebral en la tercera edad, previniendo o retasando la aparición de las enfermedades seniles como el Alzheimer, Parkinson y otras, según los estudios realizados sobre la dieta más saludable del mundo, “La dieta mediterránea”.