Las bebidas energéticas se han convertido en un elemento habitual en nuestra dieta, debido a que actualmente el ritmo de vida que nos impone la sociedad nos lleva a una alimentación rápida y en muchas ocasiones de escasa calidad, dónde se consumen con abundancia las reservas, los alimentos congelados, las bebidas con gas, los platos precocinados...
Es precisamente esta alimentación falta de calidad y equilibrio, juntamente con unos hábitos de vida que nos producen niveles importantes de estrés, la que nos lleva a sentirnos faltos de energía y superados por nuestros quehaceres diarios.
En muchas ocasiones para superar este estado incorporamos a nuestra dieta ciertas bebidas energéticas, que lejos de ayudarnos, pueden ser contraproducentes para nuestra salud.
¿Qué son las bebidas energéticas?
Las denominadas bebidas energéticas son bebidas gaseosas con un alto contenido en estimulantes y normalmente también en azúcares rápidos. Se utilizan para revitalizar a la persona y aportarle una dosis extra de energía, muchas veces necesaria para poder llevar a cabo una tarea que requiere gran concentración o bien un gran rendimiento físico.
Pueden contener diversos tipos de estimulantes, algunos de origen vegetal y tóxico como la cafeína y otros de origen proteico como la l-carnitina o la taurina. Además, en su composición solemos encontrar grandes cantidades de azúcar, ya que la glucosa además de aportar un sabor muy dulce constituye una importante fuente de energía.
¿Tienen contraindicaciones las bebidas energéticas?
En ciertos casos las bebidas energéticas no están recomendadas ya que pueden ser contraproducentes, veamos algunos ejemplos:
Por último es importante mencionar que las bebidas energéticas no constituyen una manera saludable de obtener energía ya que muchas veces el cansancio simplemente se debe a unos hábitos de alimentación inadecuados que se deben corregir.