Cuando un ligamento se rompe o se desgarra puede tener su origen en un movimiento anormal o excesivo aplicado sobre una articulación específica, situación que también puede ocurrir como resultado de una caída o debido a un exceso de entrenamiento atlético, en estos casos debemos saber que algunos nutrientes contenidos en los alimentos pueden ayudar a reparar un ligamento con mayor rapidez.
Uno de los nutrientes más importantes que interviene en la reparación natural de un ligamento desgarrado son las proteínas, ya que estas sustancias reconstructoras, también conocidas como los “ladrillos del cuerpo” forman las hebras que componen a los ligamentos, brindándole estructura, fuerza y resistencia. Durante el proceso de curación el cuerpo requerirá de una mayor cantidad de proteínas en la dieta para proporcionar los aminoácidos necesarios para la reconstrucción.
Por lo general se deben consumir dos o tres porciones de proteína a través de las carnes magras como el pollo sin piel, pescado, mariscos, lácteos y del reino vegetal de los granos y los frutos secos. El incremento de proteínas en la dieta dependerá de la gravedad de la lesión, situación que debe evaluar el profesional tratante en cada caso particular.
Algunas vitaminas pueden ayudar a promover la curación de un ligamento lesionado, ya que intervienen en la formación de colágeno, también una forma de proteína estructural del ligamento que forma sus fibras largas y resistentes.
Así por ejemplo una de las vitaminas más importantes para la producción de colágeno es la vitamina C, según el Instituto Linus Pauling de la Oregon State University. Por lo tanto el consumo de vitamina C puede ayudar a curar la lesión más rápido y la podemos obtener de varias frutas, como los cítricos, el kiwi y la piña como sus mejores fuentes naturales.
Un mineral esencial para la reconstrucción de los ligamentos rotos o desgarrados es el manganeso, que contribuye a su rápida generación, ya que activa una serie de enzimas esenciales, incluyendo una enzima que lleva a cabo un paso de la síntesis de colágeno, por lo cual su ingesta extra puede contribuir a una pronta recuperación en el caso de lesiones como la rotura principalmente. Fuentes naturales de manganeso son por ejemplo; la avena, la piña, las nueces, los tés verde y negro.