Mucho se oye hablar de complementos nutricionales de carácter antioxidante, pero en muchas ocasiones no se sabe exactamente qué son ni para qué sirven. Para entender por qué nos pueden ayudar tanto es importante hablar antes del daño oxidativo.
El envejecimiento en cierto modo es un proceso que se da desde que nacemos. Cada vez que respiramos e inhalamos el oxígeno que nos resulta imprescindible para vivir nuestras células se van dañando y envejeciendo. Este proceso se da al entrar en contacto los tejidos con el oxígeno y recibe el nombre de oxidación. La oxidación además da lugar a radicales libres, los radicales libres son partículas muy inestables que se van a unir a otras moléculas nuestras ya formadas y que van a dañar estructuras tan importantes como el ADN.
Una sustancia antioxidante es aquella que protege a nuestras células y tejidos del daño que pueden hacer los radicales libres. De este modo el proceso de envejecimiento es más saludable y se previenen alteraciones genéticas que podrían ser responsables de enfermedades tan complejas como diferentes tipos de cáncer.
En la tercera edad se suma toda una vida de daños causados por la oxidación así que tomar complementos antioxidantes es una excelente manera de proteger nuestro organismo e impedir que se siga dañando, sobre todo en una etapa dónde ciertos tejidos del cuerpo pueden degenerarse y dar lugar a alteraciones como la degeneración macular asociada a la edad, un problema de visión que afecta a nuestros mayores.
Los complementos antioxidantes para la tercera edad están muy recomendados, pero como siempre, ningún complemento está destinado a sustituir una dieta equilibrada. En una alimentación sana y rica en frutas y vegetales se encuentran también las sustancias antioxidantes y también es importante ingerirlas de un modo natural.