Los alimentos blandos ayudan a los adultos mayores con dificultad para masticar o tragar, seguir alimentándose de forma equilibrada y nutritiva, por ello con la misma intención los profesionales de la salud recomiendan este tipo de alimentos más suaves después de las cirugías o para pacientes sometidos a tratamientos agresivos como la quimio y radioterapia.
Los alimentos suaves ayudan a aliviar la cantidad de masticación y la deglución, pero también los alimentos sólidos se pueden procesar y transformar su textura y consistencia para mejorar la tolerancia. Lo ideal en una alimentación blanda para los adultos mayores es comenzar el día con cereales para el desayuno o panecillos integrales bajos en grasa, siendo otras opciones saludables los cereales con leche o cereal cocido, como avena o crema de trigo.
Las pastas y el arroz son muy versátiles y puede añadirse a guisos, estofados y sopas, siendo muy importante incluir en la dieta fruta fresca suave como plátanos, aguacates, melones, bayas frescas y melocotones maduros, así como la frutas en conserva de peras, cóctel de frutas, puré de manzana o duraznos como otras opciones inteligentes.
Las verduras bien cocidas en puré como zanahorias, calabaza, judías verdes y el jugo de vegetales son opciones ideales, también los tomates frescos, lechuga y puré de patatas al horno o hervidas son fáciles de masticar.
Para completar las necesidades proteicas, los adultos mayores deberán elegir carnes magras blancas preferentemente de aves o pescado, que pueden consumirse molidas a modo de pate.
Otras opciones proteicas son el queso de soja (tofú) y el seitán (carne vegetal) como alimentos no tradicionales en occidente ya que son de origen oriental, pero que hoy se pueden adquirir en todo el mundo. Los huevos escalfados, hervidos o revueltos y el puré de legumbres también suman proteínas de alta calidad para la nutrición adulta.
La mayoría de los lácteos son ricos en nutrientes pero los más recomendados son los yogures (prebiótico) y queso cottage descremados, ya que otros tipos de lácteos pueden resultar indigestos para los adultos mayores.