Generalmente, uno de los parámetros más utilizados para determinar si nuestro peso es el adecuado o no, es el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC). Este cálculo permite descubrir la idoneidad del peso en base a la estatura y se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado.
Cuando el valor que arroja el IMC se sitúa entre 20 y 25 hablamos de un peso normal, y cuando el valor obtenido es superior a 25 hablamos de sobrepeso.
Esta tabla sufre alguna modificación cuando hablamos del peso ideal en la tercera edad. En los ancianos se recomienda que su índice de masa corporal se sitúe entre 25 y 27, y generalmente no por debajo de 25.
Esto es así porque un IMC por debajo de 25 en un anciano puede significar pérdida de masa muscular y adelgazamiento óseo.
Teniendo en cuenta este dato y otros factores, podríamos definir el peso ideal en la tercera edad como el peso que cumple las siguientes funciones y parámetros:
En la tercera edad pueden vivirse dos situaciones muy distintas: sobrepeso u obesidad o bien bajo peso y malnutrición, y ambas son igual de peligrosas.
Hablaremos del caso en el que exista necesidad de perder peso. Cuando se quiere perder peso en la tercera edad es necesario tener en cuenta unas pautas de gran importancia:
Lograr el peso ideal en la tercera edad es un hecho que permite gozar de una mejor salud, de ahí que sea importante tener este objetivo en cuenta y modificar si es necesario los hábitos de vida y alimentación.