Para entender cuales son los alimentos que ayudan al cerebro para encontrar un buen estado de concentración debemos primeramente entender con qué fuente de energía funciona el cerebro.
El cerebro única y exclusivamente puede funcionar con glucosa, es la única fuente de energía que el sistema nervioso central acepta como combustible. Tal es la importancia de este nutriente para nuestro órgano más vital que si el cerebro se queda sin glucosa el organismo puede quedar en coma (dado que no puede utilizar ningún otro nutriente).
Esto no es justificación para que la madre dé alimentos ricos en azúcar y glucosa a su hijo, ya que éstos en exceso podrían ser perjudiciales.
Esto es importante y debe entenderse: No es necesario dar alimentos con contenido en glucosa si no dar alimentos que nuestro cuerpo sea capaz de transformar en glucosa.
Estos alimentos son los hidratos de carbono, tanto los de absorción lenta (pastas, cereales, pan) cómo los de absorción rápida (fruta, azúcar, zumos).
Cuando el cuerpo recibe este tipo de alimentos los acaba transformando en glucosa.
La diferencia es que la transformación de los hidratos de carbono de absorción lenta en glucosa va mucho más despacio que la de los hidratos de absorción rápida. Pero el niño debe consumir ambos, diariamente.
Recordemos que los hidratos de carbono son el pilar de una dieta equilibrada.
Es importante que al elegir los cereales que va a tomar el niño la madre se fije en si estos están enriquecidos con vitaminas y minerales, ya que algunos de éstos (tales como el fósforo) también contribuyen de modo importante a que el niño tenga facilidad para la concentración mental.
También es importante aportar fósforo al niño con los alimentos en los que este mineral está presente de forma natural (eso también facilita poder diversificar la dieta) estos alimentos son el pescado, el marisco, la sal idodada, los huevos y los vegetales.