La alimentación debe adaptarse en función de las diferentes etapas de la vida, siendo necesario introducir pequeños cambios en la tercera edad para así optimizar los recursos del organismo.
La dieta tiene una influencia directa sobre la salud cardiaca, tanto para desequilibrarla como para restaurarla, por ello cuando nuestro corazón se debilita, una dieta adecuada puede fortalecerlo naturalmente.