Durante la infancia el apetito de los niños suele ser muy caprichoso y seguir una dieta que cubra todas sus necesidades calóricas puede llegar a ser muy complicado.
Ante la negación de los niños a comer fruta en muchas ocasiones no nos queda más recurso que echar mano de nuestra imaginación y prepararlas de un modo que les resulte curioso y atrayente.